¿Como te tratas?
- Javier Muro
- Dec 8, 2014
- 2 min read
¿Alguna vez te has preguntado si te estás tratando bien a ti mismo?
Para contestarte no tienes más que observar como tratas a tu propio cuerpo.
La forma en que lo hacemos es el reflejo de como habitamos en el mundo,
de cómo construimos nuestras relaciones y de cómo nos tratamos como seres humanos, y finalmente de cómo te tratas a ti mismo.
Podría resumir en dos las formas en que lo hacemos:
Una primera es intentando cumplir una serie de deberías y modelos externos que nunca alcanzamos.
Una segunda y más sana que consiste en atender a nuestras necesidades.
Aunque la última parezca lo más esperable, la primera es la más frecuente ya que acabamos tratando a nuestro organismo como una máquina o un objeto.
Nuestro pensamiento acaba mandando y crea diferentes cuerpos más allá del real:
Un Cuerpo Estético a través del cual intentamos relacionarnos socialmente
cubriendo unos “cánones”.
Un Cuerpo Cultural que según seas hombre o mujer te permitirá o prohibirá
tácitamente algunas actividades.
Un Cuerpo Cosa mediante el cual tratarás tu cuerpo como te dé la gana.
Yo bebo, como e ingiero lo que quiero.
“trato así a mi cuerpo por que es mío”.
Un Cuerpo Rendimiento al que llevo al límite de su rendimiento como si fuera
una gran virtud hacerlo.
Un Cuerpo Virtual, es el de las redes sociales, cada vez más presente y a la larga alienante.
Un Cuerpo Rol, muchas veces vinculado a lo profesional y que finalmente lleva a
la rigidez y anulación del Cuerpo Real, al que acabamos por olvidar.
¿Cómo atender al propio cuerpo?
Todo empieza por atender a la información que nuestro cuerpo nos ofrece
continuamente a través de las sensaciones físicas, deseos y apetencias.
Cuando las empezamos a tener en cuenta y a gradualmente satisfacerlas en mayor medida
que a nuestros deberías el organismo se relaja y por lo tanto se reducirá el grado de estrés.
¿Y qué hacer con todo lo que nos decimos mentalmente?
A veces las personas tienen miedo a atender sus propias apetencias y la cabeza se
les llena de pensamientos catastrofistas.
No hay problema, nuestro cuerpo está diseñado para el placer y el disfrute,
y en este caso no hay nada mejor que la actividad física,
esta genera endorfinas las cuales conseguirán hacernos sentir a gusto con nosotros mismos,
bajando con toda seguridad la intensidad y velocidad de pensamientos.
Una buena información es saber que con el placer las imperfecciones van
desapareciendo, a más placer y disfrute más conexión con nuestro Cuerpo Real y Por lo tanto más felicidad.
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